La responsabilidad ambiental la inculca cada persona con un aporte pequeño o grande a nuestra madre tierra, lo ideal es siempre pensar en un consumo saludable recíprocamente para nosotros y nuestra amada tierra, ya que, al existir en un planeta limitado, debemos pensar limitadamente en los recursos que consumimos y así mismo en el después, para saber a qué lugar va a parar la basura que estamos generando. Una buena forma es empezar a implementar estrategias desde casa, si tenemos un patio amplio, se puede aprovechar, haciendo una huerta casera.

¿Qué es una huerta casera?

Es el pedazo de terreno en el cual se siembran vegetales, frutas o plantas que se consumen en el hogar.

Beneficios

Proveer a nuestros seres queridos con alimentos orgánicos, saludables y frescos.
Si se produce en gran cantidad, puede existir la posibilidad de venta y generar ingresos.
Aporta a nuestro estado físico.
Serías ambientalmente responsable.

¿Cómo seleccionar el lugar adecuado para la huerta?

Tener en cuenta que esté fuera de la sombra.
Cerca de fuentes de agua para facilitar el riego.
Protegerlo de los vientos fuertes, tiempos de demasiada lluvia, además de animales o plagas que puedan dañar el fruto.

¿Qué debo usar para hacer la huerta?

Debo seleccionar lo que deseo sembrar (semillas o plántulas).
Azadón.
Rastrillo.
Alambre y alicates.
Compost.
Estiércol (opcional).
Agua.
Manguera para rociar la huerta.

Alternativas para construir la huerta

Cajones de leche.
Pailas.
Recipientes en metal o plástico (sin moho).
Jardineras en concreto.
Jardineras en madera (preferiblemente tratada).
Siempre se debe seguir un plan de abonamiento y riego.
También puedes reciclar las cajas de madera que se usan para transportar frutas y vegetales, o utilizar tiestos separados como contenedor.

¿Qué abono debo usar?

Abono Químico:

Estos son mayormente inorgánicos y se aplican para mejorar la fertilidad del terreno.

Abono Orgánico:

(estiércol, composta) la ventaja del abono orgánico es que no causa daño a la planta, ni a animales ni al ser humano.

Pasos

Prepararemos la tierra para airearla, y con la ayuda de un azadón y un rastrillo la limpiaremos de posibles malezas y piedras.
Se añade una capa de 2 a 10 centímetros de compost y tierra de hoja reforzada, según la calidad del suelo. También se puede añadir algo de estiércol, pero debemos tener en cuenta que desprende un fuerte olor y atrae moscas u otros insectos.
Una vez preparada la tierra, podremos empezar a sembrar los vegetales que elijamos.

Consejos

Escoge plantas productivas y que sean resistentes.
Siempre deberemos tener en cuenta la distancia que es necesaria mantener entre unas plantas y otras, para que puedan crecer sin problema. Se recomienda plantar y regar los vegetales por la mañana temprano o contra la noche, evitando las horas de sol más duras.