Para que un a empresa pueda comprometerse con un programa de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) debe ser consciente de los beneficios que conseguirá para su negocio, si bien su fin es lucrativo, las empresas trabajan en búsqueda de sus propios intereses, lo cual es normal, sin embargo, lo que pretende un programa de RSE es precisamente alinear dichos intereses procurando que cada esfuerzo genere el máximo valor para la mayor cantidad de involucrados.

Establecidos los beneficios que resultan de ser una empresa comprometida socialmente, el siguiente paso es diseñar y crear un plan asesorado por expertos que puedan contribuir en la precisión de cada actividad de tal manera que se pueda garantizar el éxito del programa, no obstante, algunas empresas deciden probar con planes pilotos antes de buscar ayuda especializada.

Pasos para desarrollar un programa de RSE

Existen diferentes planes para implementar un programa de Responsabilidad Social Empresarial, algunos más complejos que otros y no siempre se encuentran todas las respuestas que busca la organización, no obstante, cualquier programa de RSE debe iniciar con ciertos pasos básicos que le ayudaran a los interesados a encontrar la estimulación de pensar creativamente y llegar a nuevas soluciones.

Los siguientes pasos buscan dar de manera orientativa las herramientas que ayudarán a desarrollar el inicio de un programa de RSE brindando un punto de vista distinto y fácil en su implementación:

1. Establecer el reconocimiento de la existencia de un interés propio.

Reconocer la necesidad que tiene la empresa de desarrollar un programa de RSE es el primer paso fundamental para cualquier estrategia de compromiso social, esto debido a que lleva un componente de inversión no solo económico sino de recursos humanos y los beneficios no están plenamente garantizados en el corto plazo.

Por tanto, no es suficiente con reconocer que no se está trabajando de forma responsable con el simple hecho de valorar el planeta y su población, por lo que el reconocimiento de un interés propio será verdaderamente el primer nivel para establecer los objetivos en la creación de un modelo rentable y sostenible en el tiempo.

2. Identificar los daños colaterales de la estrategia de RSE

Identificar ganadores y perdedores con las actividades que desarrolla la empresa es otro paso importante, es decir, quienes salen beneficiados y los que pueden resultar afectados, para esto es necesario establecer una lista de los grupos que se relacionan directa e indirectamente con la organización logrando con esto hallar los aliados más importantes en la estrategia.

3. Que obtiene cada aliado.

Realizada la lista de los grupos de interés, es necesario entender como impactan las actividades de la organización en cada uno de los grupos, teniendo en cuenta el éxito o fracaso de la estrategia, por lo que habrá que medir los efectos positivos y negativos que podrían suceder en cada caso particular.

Lo relevante es recabar constantemente qué beneficios adicionales se pueden conseguir para los interesados, pensando siempre en que todos salgan ganando.

4. Profundizar y establecer las necesidades y deseos más significativos.

Reducir la lista de las partes interesadas, filtrando las necesidades y deseos que tiene mayor prioridad, buscando establecer una relación cercana con ellos en el corto y mediano plazo que permita compartir información y a su vez una retroalimentación efectiva.

5. Establecer puntos de confluencia con los grupos de interés

Una vez que se tengan claros los intereses tanto de la empresa como los de los grupos de interés, el siguiente paso es observar donde convergen, es decir, las necesidades y deseos que se tienen en común, siendo así mucho más fácil encontrar las áreas donde se debe desarrollar un programa de RSE.

6. Alineamiento de los intereses comunes

Los intereses de las partes pueden ser comunes, similares, complementarios u opuestos, en este paso es necesario identificar en donde se sitúan los intereses de cada grupo, hacer una lista donde se deben agrupar y posteriormente alinearlos con los objetivos de la empresa, de hecho, este es el nivel más importante de la estrategia, puesto que gran parte del éxito del programa de RSE depende de una alineación efectiva por lo que se deberá poner especial atención en cada uno de ellos.

Por ejemplo, expresadas las metas de cada grupo en los objetivos de desarrollo Sostenible, se prepara la lista encabezando los objetivos afines a los de la organización, seguido los que son similares o que se complementan a los de la compañía y finalmente los que son opuestos a ella, no necesariamente los opuestos dejarían de convenir, ya que en el análisis previo un objetivo opuesto al de la empresa encajaría perfectamente en la estrategia de RSE.

7. Establecer qué objetivos son más convenientes para la empresa.

Recopilada toda la información de los pasos anteriores, es necesario observar cuáles se relacionan eficientemente con los de la organización, seleccionando los que definitivamente la empresa respaldaría, los que no tienen nada que ver con la compañía y los que un modo u otro se afectarían por las actividades del negocio.

Este el momento donde se deben priorizar los que seguramente la empresa apoyará, de igual manera analizar la posibilidad de hacer las cosas diferentes, como por ejemplo, si un objetivo opuesto podría encajar con los intereses propios, teniendo en cuenta que la razón fundamental del programa es la sociedad en general.

8. Encontrar la ruta que potencialice el valor para la organización.

Finalmente, encontrar el camino que permita optimizar los recursos aprovechándolos de manera efectiva, por lo que el resultado de un buen comienzo es cuando después de seguir los pasos anteriores se generen alianzas que permitan que los intereses de la organización se alineen con los de la sociedad, por lo que las actividades del negocio deben terminar generando valor para los accionistas, inversionistas y la población en general.