Nos escribe una residente del conjunto Bosques Arroyo, informándonos sobre una tala que hubo en un parque privado que será distrital aledaño a su vivienda, eran dos espacies, una de ellas Acacia Japonesa, que presentaba malas condiciones físicas y sanitarias, con riego de caída y la segunda era un cerezo con pudrición basal, con riesgo de colapso mecánico, por lo cual la entidad encargada autorizó tala por emergencia.
La residente del conjunto nos realiza el requerimiento para realizar esta reforestación, pero tristemente no podemos realizar esta actividad debido a que no somos un ente autorizado dentro de Bogotá, pues los permisos y los costos, no facilitan llevar a cabo la reforestación, ni para nosotros como fundación, ni para un ciudadano del común.