El mundo que muchas veces vemos desapercibidos, el cual se ha descuidado a través de los años, haciendo que tengamos poca eficiencia energética, aflora un inmenso dolor, debido a diversas situaciones y consecuencias que nos trae el CO2, principalmente el involucrado es el hombre, pues el consumo desmesurado que tiene cada uno de nosotros ha hecho que esas emisiones crezcan con importancia. Como seres racionales, deberíamos tener un control de lo que se debe comprar a pesar de que la industria ayude a que las masas compren, productos de un solo uso.

Tanta efusión que hay en el clima y el ambiente, como es la polución, la contaminación y el efecto invernadero, hacen que realmente se piense en poner un alto para mitigar esas consecuencias que podrían llevar a la extinción de nuestra especie, formas para lograrlo es primero teniendo un consumo responsable y colocando en práctica las tres R; reduciendo, reutilizando y reciclando.

Huella de carbono

Según el Ministerio de Medio Ambiente, la huella de carbono “se define como el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero producidas, directa o indirectamente, por personas, organizaciones, productos, eventos o regiones geográficas, en términos de CO₂ equivalentes, y sirve como una útil herramienta de gestión para conocer las conductas o acciones que están contribuyendo a aumentar nuestras emisiones”.

Por lo anterior, la huella de carbono es ese registro de emisiones de gases de efecto invernadero que cada persona deja en el planeta, por ello como gran alternativa para mitigarla es calcularla, así se podría identificar en qué se está fallando y qué se puede empezar a reducir, por ejemplo cuando vas a calcularla, ésta te muestra qué podrías dejar de consumir tanto a la semana, como es la reducción de carnes, usar el transporte público, usar más la bicicleta, entre otros. Además para un gran ahorro energético, se debe reciclar todo lo que ya esté elaborado y hacerlo práctico para más de un solo uso.

Los árboles mantienen el mismo ciclo de vida que el resto de plantas del planeta. Estas son las fases de crecimiento de los árboles: semilla, germinación, crecimiento, maduración, envejecimiento y muerte del ejemplar.

Los bosques son fundamentales para combatir el cambio climático, por lo que contribuyen significativamente al beneficio de las generaciones presentes y futuras. Los bosques también ejercen un papel fundamental en la erradicación de la pobreza y el logro de metas de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Además de ofrecer cobijo y producir alimento para los animales y otras plantas, también nos son de gran utilidad gracias los múltiples usos de sus mater proteger la tierra de la erosión y son unos de los principales productores de oxígeno.

No olvidemos que la madera ayuda a día de hoy a proveer alimentos y agua libres de bacterias en muchas cocinas, construir infinidad de muebles y utensilios, reemplazar materiales tan dañinos como el plástico, tejer nuevas fibras para nuestra ropa y, a través de la tecnología, formar parte del ámbito de la medicina o la carrera espacial.

De ahí que resulte vital consumir y producir maderas de una manera más amigable con el medio ambiente por el planeta y sus habitantes. Especialmente teniendo en cuenta que se trata de un recurso fácilmente renovable si realizamos una gestión sostenible de los bosques.

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